7/16
En Estados Unidos, al famoso once de septiembre lo llaman "9/11",
"nine-eleven". La única ventaja del atentado del 7-J, el "seven-seven",
es que al ser dos sietes no hay disensión entre ingleses y americanos
sobre cómo llamarlo. De 11-M no hablarán, ni siquiera de 3/11, pero eso
es por chauvinismo; el atentado de Madrid podrá tener más víctimas que
el de Londres, pero no entrará en la imaginación colectiva mundial en la
misma medida. Los suicidios en diferido detraen de la espectacularidad;
queda más clara y arquetípica la amenaza de los fanáticos
descerebrados cuando se vuelan a sí mismos junto con sus víctimas. Pero
claro, lo esencial es que Madrid no es el corazón del imperio, mientras
que Nueva York y Londres sí lo son. Tampoco va a pasar a la historia el
16-J, ni el 7/16, aunque en Iraq un tipo se haya volado por los aires en
una gasolinera, con cincuenta y nueve muertos de momento. Como allí
pasa todos los días, eso no hace historia, ni impacta en los medios: la
historia es la historia de lo excepcional. Además, claro, son iraquíes.
Como todos son musulmanes, alguno hasta pensará que lo hacen por
divertirse, o que allí todo el mundo anda con un cinturón de explosivos.
Supongo que una gasolinera será un enclave de globalización, pero la
conclusión de que el terrorismo islamista es una amenaza "para
Occidente" debe sonarles rara a los usuarios de esa gasolinera.
Y
así el terrorismo se gestiona y administra en Occidente. No es como el
cerdo, donde se aprovecha todo, pero algo siempre puede aprovecharse.
3 comentarios
José Angel -
Yo, para no hacerme líos, intento limpiar un poco el lenguaje: no hablo de terrorismo, ni de guerras, ni de atentados, ni de actos heroicos... Hablo de asesinatos, asesinos y masacres. A mí me funciona, porque nunca he entendido muy bien la diferencia que hay entre un asesino en serie, un soldado y un terrorista.
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