Se cumplen 50 años de Eurovisión, y 500 de la muerte de Cristóbal
Colón. Hoy. Seguro que oímos hablar más de Eurovisión. Curioso, tan
curioso como este personaje, a la vez célebre y oscuro, que ni se sabe
de dónde viene ni a dónde va a parar. Se lo llevan a todas partes, eso
sí. Génova, Mallorca, Portugal, Galicia....
Yo he estado en
Pontevedra en lo que allí llaman la "Casa de Colón": donde dicen que
nació. En ruinas, ignorada, apenas con un cartel oxidado que lo señala
(y sin visitas turísticas ni panfletos ni nada). Cruzando la ría está la
iglesia de Santa María, la iglesia de los "mareantes" que dicen allí
(el gremio de los navegantes). En Pontevedra se construyó la nave
capitana de Colón, la Santa María (originariamente "La Gallega"), y muy
cerca, a Baiona, volvió Colón con la Pinta después de su viaje. No se
fue Colón a encargar una carabela a Génova, no, ni volvió con los
Pinzones (que al parecer hacían de Rosencrantz y Guildenstern - menuda
pinza le colocó Fernando con esos)...
Todo esto me inspira a
defender la tesis gallega del origen de Colón, para celebrar a mi manera
los 500 años de su muerte. Que por cierto también casi pasa como bajo
un tupido velo: nada comparable al famoso Quinto Centenario de 1992, ni a
la matraca que nos dieron con el aniversario del Quijote del año
pasado... se ve que el personaje sigue teniendo algo que consigue
sumirlo en las tinieblas. Que ya le vale, ¿no? Pues eso mismo me inspira
para defender la tesis gallega (me refiero a la tesis con la que
especula Mileidi)...
y la portuguesa... y la mallorquina... y la de su bastardía real... y
la de su origen judío... Tesis que no necesariamente se contradicen,
sino que podrían muy bien, en un mundo quizá no imposible, conjuntarse
de manera muy convincente. No menos convincente, en todo caso, que los
fragmentos contradictorios e inconexos que nos quedan apiñados alrededor
de la "casa natal" de Colón o de su ADN.
He
estado ojeando el estudio pro-mallorquín de la Asociación Cultural
Cristóbal Colón, antes presidida por descendientes del Almirante, con
estudios del secretario de la Asociación, el historiador Gabriel Verd
Martorell. Cito:
La
mencionada asociación tiene por objetivo impulsar las investigaciones
con el fin de demostrar el verdadero origen del Descubridor de América.
Por
lo tanto, en sucesivas publicaciones, se darán a conocer toda una serie
de pruebas que permitirán demostrar la procedencia y falsedad de todos
los documentos que los defensores de la tesis genovesa presentan, con el
objetivo de probar que los genoveses Cristófero Colonne o Cristóforo
Colombo son la misma persona que el verdadero Descubridor de América, el
noble Cristóbal Colón, hijo de don Carlos, Príncipe de Viana (hermano
del rey Fernando el Católico), y de la mallorquina Margarita Colón.
En busca de la verdad: El verdadero origen de Cristóbal Colón
Como
la redacción es un poquito oscura, aclaro: el "verdadero origen" de
Cristóbal Colón es, según esta tesis, el de un bastardo de familia real
("noble" para Verd), hijo del Príncipe de Viana y de Margarita Colón - o
Colom. Adelanto que estos estudios, al parecer documentadísimos,
desprecian la tesis judaizante del origen de Colón. Sí intentan
explicar, con su problemático parentesco real, los curiosos, por no
decir pasmosos, privilegios que los Reyes Católicos dan a Colón, sin
razón comprensible, antes incluso de que descubra América. Aquí está la
narracion de su nombramiento por los Reyes Católicos:
"Por
cuanto vos, Cristóbal Colón, vades por nuestro mandado a descubrir e
ganar, con ciertas fustas nuestras, ciertas islas e tierra firme en el
mar Océano, etc; es nuestra merced y voluntad, que desque las hayáis
descubierto e ganado, etc., vos intituléis e llaméis Almirante, visorrey
e gobernador dellas, etcétera". De todo lo cual se le dió un muy
cumplido privilegio real, escrito en pergamino, firmado del rey e de la
reina, con su sello de plomo pendiente firmado del rey e de la reina,
con su sello de plomo pendiente de cuerda de seda de colores, con todas
las fuerzas y firmezas y favores que por aquellos tiempos se usaban; al
cual privilegio antepusieron un muy notable y cristiano prólogo, como de
reyes justos y católicos que eran; la fecha del cual fué en la dicha
ciudad de Granada, a 30 días del mes de abril año susodicho de 1492
años".
Y hay otros documentos igualmente curiosos:
El
primero de estos documentos es el pasaporte de Colón. En un fragmento
de él podemos leer: "Mittimus in presenciarum nobilem virum Christoforum
Colon cun tribus caravelis armatis per maria Oceana ad partes Indie"
("Enviamos al NOBLE Cristóbal Colón con tres carabelas por el Mar Océano
hacia las Indias").
"Dado en Granada, 16 de abril de 1492.
Yo el Rey. Yo la Reyna.
El Rey i la Reina me ordenaron esto a mi, Juan de Coloma".
Vaya
con Coloma. Vaya casualidad, Colom y Coloma... Aquí vuelve a aparecer
este Coloma, a quien también tenían bien colocado, seguramente por
enchufe, judío expulsando judíos.
Para Verd, todo esto es resultado de un pacto de silencio impuesto por
los Reyes Católicos, por el cual los reyes conceden cierta sustancia
material a los sueños frustrados de grandeza de su primo bastardo Colón,
a la vez que le imponen la condición (consentida de buena gana) de no
aludir jamás a su origen ilegítimo en la realeza.
El
segundo salvoconducto para el descubrimiento del Nuevo Mundo es una
carta de los Reyes Católicos al Soberano de Catay. En este documento se
dice: "quare decrevimus nobilem capitaneum nostrum Christoforum Colon
presencium latorem..." ("Por ello hemos decidido enviaros a nuestro
NOBLE Capitán Cristóbal Colón, dador de la presente...").
"Desde Granada, 30 de abril de 1492. Yo el Rey, Yo la Reina. Coloma, Secretario. Fue expedida por triplicado".
Redactadas
las Capitulaciones el pacto del silencio se siguió manteniendo por
ambas partes, pues ni Colón ni los Reyes nunca jamás en vida hicieron la
más mínima mención a su patria de origen y familia, hecho que evidencia
la existencia de causas profundas que lo motivaban. Gabriel Verd, "El pacto de silencio y las capitulaciones de Santa Fe".
Bastardía,
entiende Verd por esas "causas profundas". Pero igualmente podría ser
por origen judaizante, en momentos tan delicados como el de la expulsión
masiva y conversiones forzosas de los judíos. Parecería que el pacto de
silencio sigue aplicándose, o al menos que los efectos de esta nube de
tinta de calamar que echó Colón sobre su origen, siguen perpetuándose.
Este estudio, pues, corre un tupido velo sobre el posible origen judío
de Colon por parte de madre (si se acepta la tesis de su descendencia
ilegítima del Príncipe de Viana). Hablando de familias de conversos
judíos procedentes del Call mallorquin, dice la biografía:
Es opinión generalizada que fueron cartógrafos, probablemente conversos, Oliva, Rosell, Prunes, Soler, Martínez, Colom, etc.
En cuanto a los judíos conversos que tomaron el nombre de Colom, se establecieron después en Flandes.
Tales
hechos habrían sido los que llevaron a algunos historiadores a pensar
que Cristóbal Colón era un judío converso. La actitud profundamente
cristiana que llevó en vida el Gran Almirante, sin impostura de
naturaleza alguna nos lleva a afirmar el carácter verdadero de su fe
católica. ("Los judíos y la cartografía mallorquina")
Vaya,
menudo patinazo súbito de neuronas el del historiador. "Actitud
profundamente cristiana" como señal inequívoca de la verdad de su fe
católica (en tiempos de persecuciones y expulsiones). Y presupone,
también sin razón ni fundamento, que un converso sería un impostor y su
fe sería falsa. Ergo, Colón no tenía origen judío... bravo. Hay mucho
vade retro por aquí.
Igualmente reveladora, a su manera, es
la
manifestación de Fernando Colón en Vida del Almirante Don Cristóbal
Colón, en una carta que su padre escribió al aya del Príncipe Don Juan
de Castilla: "Yo no soy el primer Almirante de mi familia. Pónganme,
pues, el nombre que quisieren, que al fin David, rey sapientisimo, fue
guarda de ovejas, y después fué hecho rey de Jerusalén, y yo siervo soy
de aquel mesmo que le puso a él en tal estado".
También
se observa este hecho en la carta de Cristóbal Colón a los Reyes desde
Cádiz o Sevilla en 1501, donde dice: "Muy altos Reyes: de muy pequeña
hedad entré en la mar navegando y lo he continuado fata oy". O en el
Diario del primer viaje, el 21 de diciembre de 1492, Colón escribe: "Yo e
andado veinte y tres años en la mar, sin salir d'ella tiempo que se aya
de contar, y vi todo el Levante y Poniente"
"Nuestra biografía"
Espero
que a mi lector no le haya pasado desapercibida la alusión a David,
porque si no le voy a currar. Y no es la única en esa línea, por
supuesto, pues están que se salen de las páginas de los curiosísimos
escritos del almirante. Conocía el Levante y Poniente, fácil para un
navegante, fácil para un judío con contactos privilegiados en diversos
puertos. Desde Génova, probablemente, a Lisboa, segurísimo. Y pasando
por supuesto por Mallorca, para que el Príncipe deje embarazada a su
madre, y quizá, (las autoridades o su familia) la envíe con parientes
discretos a dar a luz a un sitio lejano y poco sospechoso. Recordemos
que el Príncipe de Viana era el heredero de la Corona de Aragón, y que
sus problemáticas relaciones con su padre lo llevaron a enfrentarse con
él y a ser su prisionero en diversas ocasiones. "Colom", si era familiar
de Fernando el Católico, era un familiar molesto y problemático, por
parte de padre y quizá también de madre. Podría venir de ahí el
"contacto privilegiado" con la reina, como maniobra de distracción del
maquiavélico Fernando. Aunque a Isabel también le darían yuyu los
parientes incómodos, que también tenía esqueletos en el armario... Sea
como sea, Colón venía de Portugal, donde le había llevado su carrera de
navegante y comerciante. (¿A alguien le suena quién dominaba las
inversiones de capital y los contactos del comercio internacional en
muchas ciudades del Renacimiento?).
En el Capítulo V de la obra de Hernando Colón este dice:
"Y
porque no estaba lejos de Lisboa, donde sabía que se hallaban muchos de
su nación genovesa, lo más presto que pudo se fue allí, donde siendo
conocido dellos, le hicieron tanta cortesía y tan buen acogimiento que
puso casa en aquella ciudad y se casó."
(De Escritos sobre el páramo , donde se burlan de muchas criptohistorias de las que rodean a Colón...)
Oye,
qué gente tan maja, y tan enrollada, esos genoveses de Lisboa ¿no? Y
eso que estos ni siquiera eran primos lejanos. A mí lo de "su nación
genovesa" me suena, en boca del hijo Hernando, a eufemismo conveniente
por "judíos" o "conversos". No digo que no fueran, también, genoveses...
Hernando tampoco estaba interesado en saber de dónde, exactamente,
venía su padre; o antes bien, como lo sabía, o mucho se lo sospechaba, y
como el casado casa quiere, le convenía muchísimo una cierta
ambigüedad. Gallegos y lusitanos, primos hermanos, especialmente entre
los judíos de Pontevedra, que habían adquirido la habilidad o costumbre
de ubicarse a uno u otro lado de la frontera según soplaran los vientos
de la persecución o los del interés anual de los potentados,
especialmente en el siglo XV. Estaba reciente la rebelión de los
Irmaniños pontevedreses, algunos de ellos judíos buscando privilegios
para el comercio de la ciudad. Primos y parientes tenían también los
judíos en cada puerto, de Génova y el Levante a Lisboa a Rotterdam, y
pronto más hacia el poniente. Las relaciones familiares, los lazos
sociales y comerciales, eran indisolubles y se mantenían en la memoria;
la atención a la geografía era vital. Siempre errante Colón; pero
siempre con un puerto que lo acoja.. quizá judío.
Salvador de
Madariaga defendió la tesis del Colón judío. Menéndez Pidal observaba
lusismos en su manera de escribir el español. Italiano nunca escribió,
que se sepa, ni nadie va diciendo que lo hablase. Con la tesis del
origen judío de Colón especula José Antonio Hurtado en Colón y la carta templaria
(Espejo de Tinta, 2005). Sobre las curiosísimas ideas históricas y
apocalípticas del Almirante, digamos sin más que no parecen venir de
rancio abolengo castellano, ni de cardadores de lana, sino de familias
con una larga tradición de cultura alternativa, semioculta y, sí, con
ideas muy particulares e información privilegiada sobre cartografía. La singularité est subversive. También los rasgos de Colón podrían ser, plausiblemente, de ascendencia judía.
Menudo
montaje nacional, el de los españoles con limpieza y sin limpieza de
sangre, y qué maniobras tan complicadas se han hecho, unos para mantener
este sistema de castas, y otros para esquivar sus consecuencias. Ver
por ejemplo Los judíos en la España Moderna y Contemporánea de
Julio Caro Baroja. Conversos disimulando, cambiando de nombre, haciendo
maniobras de escape y enmascaramiento. En lo profundo de los tiempos, se
hacía por supervivencia; luego por prudencia, luego por conveniencia.
Hoy todavía se notan en la superficie las ondas de esas agitaciones
sumergidas. En los Baroja mismos, los Baruch... Quizá también en los
Colom. Y en el silencio que hoy, quinientos años después, sigue rodeando
a Christoforus Colom (que así decía, a veces, que se llamaba).
José Angel Valente: La experiencia abisal