Mostrando entradas con la etiqueta Dentistas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dentistas. Mostrar todas las entradas

lunes, 16 de junio de 2025

Retropost, 2005: Pibo va a la dentista

 

Pibo va a la dentista

Vamos al dentista por primera vez con Pibo, que sin embargo no parece excesivamente preocupado.

- "Bueno, es una dentista, no un dentista", le digo.

- "Ah."

(Él está pensando más bien en el tercero en discordia, el ratón).

- "Igual te da como un pellizquito, y luego no te duele nada"

- "¿Cómo me hará?"

- "Así, pic!"

Sube tan contento, y nos hacen pasar a la sala de espera, donde había sólo una señora. Nos sentamos, y esperamos un rato, yo medio dormido, la señora con cara de circunstancias hojeando revistas, y Pibo rígido como una tabla en un sillón. Le pregunto,

- "¿Qué piensas, Pibo?"

- "En nada."

- "¿Nada nada? Vaya."

- El chaval medio vuelto de espaldas en el sillón, mirando una esquina, inmóvil. Hacen pasar primero a la señora, nos quedamos solos en la sala de espera y al poco Pibo me pregunta

- "¿Dónde se ha ido?"

- "Pues seguramente a que le curen un diente, a que la mire la dentista".

- "Ah ... ¿ella no era la dentista?"...

(!!!...) - (¡Por lo que se ve, el chaval esperaba que de un momento a otro la señora soltase la revista y la emprendiese con él allí en la salita... Total que cuando se vio sentado en el sillón del tormento, casi estaba aliviado del terrible suspense).

jueves, 12 de junio de 2025

Retropost, 2005: Dentista. Autocrítica. Identidad.

 

Dentista. Autocrítica. Identidad.

He ido a la dentista, a la que no visitaba desde el milenio pasado. He entrado sin mal de dientes, y he salido con mal de dientes y malas noticias. También he visto imágenes de mis dientes computerizadas, sometidas a tratamiento digital, proyectadas en pantallas diversas, en ordenadores, en televisores... pero los tornos (zzzzssswisssshhhhh! zzzzzwissssh!) siguen siendo lo que eran, y los dientes ni eso. Con el cuerpo angélico del blog no pasan estas cosas. Yo me transmigro. Hoy que me busquen en Por la Boca Muere el Pez (y tanto que sí...)