Lenguaje y gesto
Martes 1 de noviembre de 2005
En The Loom,
artículo sobre el origen del lenguaje humano, por analogía a la
comunicación entre los simios. ¿Fue en origen un lenguaje vocal, o
manual, según ha estado de moda sostener recientemente? Pongo el
siguiente comentario:
If language evolves in the direction
of ever increasing abstraction and independence from face-to-face
communication (as happens with the development of writing, then print,
etc.), it makes sense to think of early forms of language (which must be
verbal, if it is ordinary human language we are referring to) as
closely tied to specific and concrete situations and to face-to-face
communication, in which gestures, sounds, and overall understanding of
the situation at hand go together.
El gesto y el lenguaje
no sólo estuvieron en contacto originalmente, en el principio de la
historia humana; también lo están cada vez que un niño aprende a hablar:
los tonos y los gestos son al principio más importantes que la
gramática, desde luego. Y también están en contacto en lo que podríamos
llamar el momento creativo del lenguaje, o el lenguaje emergente: el
lenguaje no está "ya hecho", sino que está apareciendo en cada momento, y
aparece en relación al elemento no lingüístico de la comunicación, sin
el cual no tiene sentido. El lenguaje emerge constantemente de esa base
indiferenciada de sentido que crea la interacción de la situación
globalmente comprendida, la gestualidad en la que afloran las actitudes
prelingüísticas, y las formas ya gramaticalmente construidas. El ensayo
de R. P. Blackmur "Language and Gesture" atiende a algunos aspectos de
este fenómeno que son importantes para la estilística: el estilo es como
un gesto no gramaticalizado, que ha de comprenderse como la
manifestación de ese momento creativo del lenguaje. Un poquito en esta
línea de pensamiento iba un artículo que escribí ya hace tiempo y que me
dicen que acaba de aparecer, por fin, en Endoxa, "Tematización
retroactiva, interacción e interpretación: La espiral hermenéutica de
Schleiermacher a Goffman". Aquí hay un trocito en el que intentaba
explicar cómo la creación de sentido explícitamente verbalizado se basa
muchas veces en una interpretación de ese elemento emergente,
"estilístico-gestual" del lenguaje, del que se han ocupado
indirectamente Goffman, Bajtín, y otros:
Si
Bajtín y Voloshinov proporcionan un modelo avant la lettre de
lingüística integracional e interaccional, Erving Goffman proporciona
otro. Podemos comparar brevemente algunos de los conceptos de su
lingüística interaccional con las nociones de reelaboración hermenéutica
ya expuestas.
Goffman critica los enfoques que descuidan el
contexto (en gramática, y en pragmática también-Goffman 1981: 31). Parte
de las limitaciones de los enfoques criticados es que tienden a limitar
el contexto al cotexto lingüístico, ignorando que el principio rector
de la interacción descansa a veces no en la coherencia semántica del
discurso, sino en la coherencia pragmática de la acción no verbal.
Muchas veces estos aspectos contextuales no verbales se vuelven visibles
gradualmente en el proceso interactivo, en las respuestas a la
enunciación original, que con frecuencia verbalizan explícitamente una
respuesta al posicionamiento interactivo propuesto no verbalmente por el
interlocutor. La interacción enunciativa actúa así como interpretación
de lo que se ha dicho hasta entonces, para los interlocutores y
especialmente para el investigador de la comunicación que analiza una
transcripción descontextualizada (Goffman 1981: 33-34).
Siguiendo a Gunter (1974), Goffman observa que los participantes en una
interacción comunicativa, o bien el analista que la examina a
posteriori, no pueden predecir en qué consistirá el siguiente movimiento
en un intercambio comunicativo dado, sino que sólo se puede establecer
retrospectivamente la conexión temática entre las dos enunciaciones.
what is available to the student (as also to the actual participants)
is not the possiblity of predicting forward from a statement to a
reply-as we might from a cause to its effects-but rather quite a
different prospect, that of locating in what is said now the sense of
what it is a response to. For the individual who had accepted replying
to the original statement will have been obliged to display that he has
discovered the meaningfulness and relevance of the statement and that a
relevant action is now provided. (Goffman 1981: 33)
A veces el
sentido que se descubre retrospectivamente y se trae a la luz mediante
la respuesta no es un sentido intencional en origen. Por ejemplo, con
nuestra respuesta podemos descubrir retrospectivamente juegos de
palabras o sentidos obscenos no intencionados en las palabras de nuestro
interlocutor, llamando la atención sobre ellos. Aún más: la respuesta,
verbal o no, puede referirse a un elemento no verbal de la actuación
comunicativa del primer interlocutor, con lo cual cada turno
conversacional resalta retrospectivamente aquellos elementos de la
intervención previa del otro interlocutor a los que elige responder el
hablante: "And what conversation becomes then is a sustained strip or
tract of referencings, each referencing tending to bear, but often
deviously, some retrospectively perceivable connection to the
immediately prior one" (Goffman 1981: 72). Goffman observa que el uso
del lenguaje hablado no descansa sobre una estructura verbal de turnos
conversacionales, sino sobre una secuencia interactiva en la que la
acción no verbal es primordial, y la verbalización interviene con
frecuencia como un modo de posicionar a los hablantes explícitamente
sobre la base de una interacción no verbal previa. Aquí podríamos decir
también, como hacía Trotski parodiando el comienzo del Evangelio de San
Juan, que "in the beginning was the deed. The word followed, as its
phonetic shadow" (1971: 827).
Hemos
señalado que, de acuerdo con Goffman, una respuesta puede referirse a
elementos no verbales de la interacción comunicativa, y contribuir así a
reelaborar o reconducir la interacción. Especifiquemos algo más: la
respuesta a elementos no verbales puede estar más o menos verbalizada.
Una respuesta que formule verbalmente elementos no explícitamente
verbalizados se puede interpretar en un análisis lingüístico como un
cambio en el tema de la conversación (en la medida en que restringimos
la noción de tema a la coherencia de lo verbalmente expresado, y no de
lo expresado en general). Aquí podemos introducir una observación sobre
diferentes tipos de no verbalidad que pueden estar sujetos a
reinterpretación interactiva. Por una parte están los fenómenos no
lingüísticos o paralingüísticos, proxémicos, los gestos, el tono, etc.,
que son el objeto del análisis de Goffman, ya que sus estudios se
dirigen siempre a los aspectos presenciales de la interacción. Por otra
parte, este proceso interpretativo retroactivo tiene lugar también a la
hora de comprender la información no codificada, y la no explícitamente
tematizada, que son así un tipo de "gestualidad" lingüística, aunque se
presenten en forma verbalmente accesible-como estilo individual, o como
la forma concreta dada al mensaje. (Nota El concepto de "language as
gesture" expuesto por R. P. Blackmur (1977) es susceptible así de una
reformulación pragmalingüística-lo cual nos sirve también como ejemplo
práctico de reelaboración retroactiva).
Muchas
modalidades de interpretación literaria pueden explicarse, al menos en
parte, siguiendo esta línea de razonamiento. Se trata de reelaboraciones
retroactivas en el curso de un un diálogo diferido con la obra original
o con otras lecturas de esa obra (aquí es el crítico quien delimita
quiénes son los participantes "ratificados" en la interacción crítica
concreta). El crítico puede, a la manera de lo que suelo denominar
"crítica amistosa", elaborar un discurso crítico que no tematiza
elementos no tematizados por el autor, o si lo hace, son temas
ideológicamente consonantes con el tema de la obra o subordinados a él.
Por otra parte, lo que Judith Fetterley llama "resisting reading" y que
podríamos llamar crítica crítica, o crítica confrontacional, trata más
bien de hacer verbalmente explícitos elementos "gestuales" estilísticos o
ideológicos que son disonantes, ya sea con la temática explíticamente
propuesta por la obra, o con las valoraciones del propio crítico.
Un recorrido de lectura que es marginal en un texto determinado
puede tematizarse y volverse el objeto principal de interpretación para
una lectura crítica. De este modo los procesos críticos ejemplifican los
principios generales de la interacción comunicativa, y se pueden
establecer conexiones relevantes entre las teorías lingüísticas que
describen la interacción comunicativa básica (oral y presencial), como
son los análisis conversacionales, y otras teorías críticas, como la
deconstrucción, que parecerían estar alejadas de estos planteamientos.
Otro día más, en teoría. En la práctica, es lo que hacemos todo el día.
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