Periodismo y retrospección
Arcadi Espada tiene un blog hiperpopular (www.arcadi.espasa.com),
invadido por cientos de comentaristas, algunos de los cuales vienen a
cuento y otros no; cerca del 90% ignoran el tema tratado por Arcadi en
el blog. Y es una pena, porque es quizá el periodista más atento que
conozco a los matices y circunstancias del uso del lenguaje – a la
importancia, de hecho, del lenguaje en la constitución y evolución de la
noticia. Por ejemplo su post de ayer trataba sobre los fenómenos del
perspectivismo temporal y las falacias de la retrospección que tanto me
interesan (muchos de mis últimos artículos tienen que ver con el
hindsight bias o distorsión retrospectiva de los hechos). Le he puesto
un comentario al efecto y se ha interesado por el tema (bueno,
interesado ya estaba, de ahí una de las dimensiones interesantes de su
blog). Con lo cual le he enviado una nota adicional sobre las ideas de
Morson y algún otro al respecto. Lo más sorprendente del asunto: que
Arcadi se lee los comentarios de su blog... cosa que parece superar la
capacidad del humano normal, cuánto más del humano normal ajetreado.
(OOps,
me ha colgado en el blog Arcadi el mail que le envié. ¡Gracias! Y añade
un enlace a "Learning to Expect the Unexpected"
(www.edge.org/3rd_culture/taleb04/taleb_indexx.html), un artículo sobre
el hindsight bias de Nassim Taleb. Sounds interesting! Heráclito también
decía que había que esperar lo inesperado... ¡para encontralo! – pues
supongo que siempre nos pilla por donde no esperamos, aunque luego
digamos "no, si ya lo decía yo").
PS: Aquí está la carta sobre el hindsight bias que envié a Arcadi Espada:
Estimado Arcadi,
El asunto de la "distorsión retrospectiva" que podríamos llamarlo lo
han tratado muy bien Michael André Bernstein en "Foregone Conclusions:
Against Apocalyptic History" y Gary Saul Morson en "Narrative and
Freedom", ambos de 1994. De hecho ellos no usan el término "hindsight
bias", pero sus libros van sobre ese fenómeno, las distorsiones debidas
al conocimiento retrospectivo (que la retrospección proporciona
conocimiento está claro, éstos parten de ahí y le buscan las pegas a ese
conocimiento). Quizá también podríamos llamarlo la "falacia narrativa",
porque es un fenómeno inherente a la representación narrativa de los
acontecimientos. Otro crítico, Jonathan Culler, dice que hay una
paradoja inherente a la narración: la narración a la vez cuenta algo que
ha sucedido, y "lo crea", por el hecho de organizar causas y efectos en
un relato. Morson y Bernstein son más desconfiados aún, desconfiando
del conocimiento adquirido por retrospección. Defienden en lugar de una
"poética narrativa" una "prosaica" de la representación que estuviese
alerta para señalar estas falacias (que en español se denominan con
refranes del estilo de "una vez visto todos listos" , etc.). Proponen
una contención o autodisciplina en la representación del pasado que nos
ayudase a ver en él un presente- el presente que fue, con incertidumbres
y alternativas abiertas todavía no realizadas. Siempre tendemos a ver
el pasado como una prefiguración del presente, lo medimos por el rasero
de lo que luego sucedió, creando las ilusiones del destino, los
presagios y profecías, las catástrofes anunciadas... El libro de Morson,
en concreto, es un análisis magistral de las muchas malas jugadas y
falacias que nos gastan las formas narrativas en nuestras relaciones con
el pasado (y el futuro, y el presente...).
En psicología sí que utilizan para hablar de esto el término "hindsight bias", o "distorsión producida por la retrospección"; un clásico en ese campo era B. Fischoff, "Hindsight/Foresight: The Effect of Outcome Knowledge on Judgement under Uncertainty", Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance 1 (1975): 288-299. En los últimos años ha habido muchos estudios sobre el "hindsight bias" especialmente en los campos de la psicología cognitiva, el diagnóstico médico y el análisis empresarial. Quizá la publicación más importante en este campo sea Hindsight Bias, número especial de la revista Memory 11.4/5 (Sept. 2003; Psychology Press).
Un saludo muy cordial,
José Ángel García Landa
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