Expertos no invitados
Más sobre el proceso de reforma de las Filologías. En las últimas
reuniones hay un desencuentro entre las comisiones que trabajan en el
tema: la comisión de filólogos coordinada para presentar un proyecto a
la ANECA (Agencia Nacional para le Evaluación de la Calidad) y la
subcomisión de Humanidades del Consejo de Universidades, compuesta por
unos pocos asesores, y mayormente de rectores procedentes de
humanidades y consejeros autonómicos de universidades. Y es de temer que
esta segunda comisión de "expertos" sea la que diseñe el plan en última
instancia. Digo de "expertos" porque los políticos no son expertos en
humanidades sino en política, y los Rectores también: aunque sean "de
humanidades" están en el Consejo de Coordinación Universitaria en tanto
que rectores, no en tanto que humanistas, y no representan los
planteamientos de la profesión más que cualquier otro profesional cogido
al azar. Pero ya se sabe: un catedrático es más experto que un titular
(aunque la ley no diga nada de eso), y un rector es más experto que
nadie en su campo (algo que no sólo no dice la ley, sino que desafía la
credibilidad, dado que un rector se ha tenido que dedicar mucho tiempo y
esfuerzo a la gestión y la política). En suma, es una reforma hecha por
políticos, no por los expertos universitarios de las distintas áreas de
conocimiento: una reforma destinada a 1) abaratar costes; 2) asegurar
que el título de grado sea un título de Formacion Profesional. La
universidad como centro de formación profesional. Es una concepción de
la misma, sí, pero no la más ambiciosa. "Poner a la universidad en
contacto con la sociedad", se suele decir, como si la universidad no
fuese parte de la sociedad. Sobre eso ya escribió un artículo muy bueno
el difunto Jacques Derrida, "El principio de razón: la universidad en
los ojos de sus pupilas" en el que como el título indicaba, enfatiza el
papel reflexivo de la universidad, frente a quienes la reducen a una FP.
Los anglistas de los distintos departamentos tendrán una
reunión próximamente a nivel nacional (ya se ha convocado una reunión
preparatoria en nuestro departamento) y seguramente de ella saldrá la
conveniencia de que exista un grado en estudios ingleses o como poco un
grado que incluya una lengua prioritaria (inglés en muchos casos) y otra
secundaria, en lugar de dos lenguas modernas sin más especialización.
Esta postura, que puede tener cierto respaldo dentro de la comisión de
la ANECA, aunque no creo que mucho, no será seguramente aceptada por el
Ministerio, que posiblemente se atenga a las recomendaciones del Consejo
de Universidades, algunas de ellas bastante retrógradas. Ya veremos.
Hay una discusión interesante, "Blogs and Law", sobre la entidad legal de los blogs frente al periodismo en el blog de Jill Walker
de Bergen (contexto escandinavo mayormente). Dos cosas interesantes: en
algunos contextos, empieza a apuntar la diferencia a efectos de
consideración periodística, y responsabilidades legales, de aquellos
blogs que admiten comentarios frente a los que no los admiten, así como
de los blogs administrados por una persona con su auténtico nombre y
apellidos y los administrados por un seudónimo, nickname o alias.
Me
fijo en un detalle de uno de los correos basura que me llegan, de
Amazon. Después de recomendarme tal o cual disco basándose en que he
comprado otro del mismo artista me dice: "You are 4,610 times more
likely to purchase this item than other customers" Vaya, vaya... "Usted
tiene 4610 veces más probabilidades que otros clientes de comprar este
producto". Parecen muchas, ¿verdad? Pues no lo voy a comprar, como que
me ha desagradado el tono Hal 9000 utilizado.
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