Habemus papá
La noticia popular de hoy es el embarazo del Príncipe de Asturias, o, como decía Radio Nacional, la futura "paternidad" de los Príncipes; enhorabuena a la pareja, y condolencias al futuro bebé, que tendrá muchos boletos para recibir una esmerada educación en diversas Academias militares y para estar cincuenta o sesenta años de heredero/a a la corona, cual Príncipe Carlos, mientras lleva una entretenida vida de recepciones e inauguraciones. Que no le pase ná.
La derechona
periodística se recreaba esta mañana en las inconsistencias
constitucionales que tendrá y que ya tiene la familia real, familia que
no les cae nada bien, y menos cuanto más joven es la generación. Que si
las leyes no podrán ser retroactivas si se cambia tarde lo del acceso de
la mujer a la corona, que si la Infanta Elena entonces, que si Zapatero
es republicano, que si la constitución miente porque el heredero
legítimo era Don Juan, que si tal que si cual. Como no parece que el
PSOE vaya a tener consenso con el PP sobre la cuestión republicana,
esperemos que la monarquía vaya derivando en monarquía nórdica,
simbólica, barata y progresista. Es para lo que da el país (si llega a
dar para eso).
Lo que no está claro es por qué tanto revuelo
con la noticia del/la hereder@ en ciernes. Montones de monárquicos
sonriendo beatíficamente y diciendo que así queda asegurada la sucesión,
periodistas diciendo que por fin el príncipe y princesa han cumplido,
etc. Estupideces, porque la sucesión monárquica sigue un orden
establecido por la ley, no por la biología reproductiva, como parece
creerse. Ya había sucesor, y si dentro de unos años resulta que las
actuales princesas se quedan sin hijo, o éste renuncia, o es declarada
incapaz, seguirá habiendo sucesor. Toda una fila de ellos/as. Así que
menos fiestas, y menos notizia, Letizia. Primero que nazca bien la
criatura, luego que viva, y luego que reine, si procede. Pero que no
gobierne, porfa.
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