Resulta que hoy me llega una de mis publicaciones largamente
esperadas, un artículo titulado "Overhearing Narrative", que ha
aparecido en el libro The Dynamics of Narrative Form, editado
por John Pier (Berlin: Walter de Gruyter). Y resulta que, casualmente,
hoy teníamos que comentar en clase de crítica literaria un texto de
Bajtín muy relacionado con lo que allí digo: la orientación ideológica
del lenguaje, y el posicionamiento de los receptores frente a las
presuposiciones y valoraciones implícitas del texto. Así que me digo,
vamos a integrar docencia e investigación, y les paso el artículo a los
alumnos, por si a alguno le ha gustado Bajtín y quiere leer más en esa
línea... juajuajua. De los alumnos que suelen venir a clase me faltan
hoy dos tercios. Cuando esto pasa en la clase de comentario de texto, ya
sé por qué es. Porque no se han leído el texto que teníamos que
comentar, y corren peligro de tener que hablar. En la otra asignatura
dedicada exclusivamente a comentario de textos, donde no les queda más
remedio que faltar a todas las clases si no quieren comentar textos, a
veces no se han leído el texto ni dos alumnos de entre treinta. Claro,
que a Filología Inglesa no entran los alumnos que mejor nivel de inglés
tienen; esos suelen ir a Ingeniería, Medicina, etc. A nosotros nos
llegan los de cinco pelado, mayormente. Y así va el nivel, y así van las
filologías, de cabeza a la perdición. Con lo cual pronto la docencia y
la investigación quedarán desintegradas, por falta de motivación docente
y falta de motivación investigadora (en este aspecto, la investigación,
nunca me han concedido ni la Universidad ni el Ministerio ningún
proyecto de investigación de los solicitados. Y en las oposiciones a las
que me presenté me clavaron un 1’8 sobre diez y dejaron vacante la
plaza, los desvergonzados colegas del tribunal). "The Machine Stops" era
otro texto que comentábamos hoy.
4 comentarios
José Ángel -
Si estoy de acuerdo contigo, Rima, pero es que todo es cuestión de
grado. No estamos en parvulitos, sino en la Universidad, y dentro de
valorar positivamente las respuestas de los alumnos (créeme que ya es
positivo que haya una respuesta en vez de "no sé, no me he leído nada"),
yo prefiero valorar más positivamente las más positivas. Lo de que la
nota dependa exclusivamente de la participación... será de la calidad de
la participación también, entonces, y vamos, que no hay quien escape de
esta triste realidad, que condiciona las clases: que estamos a la vez
para estudiar y para ser evaluados. Desde luego sería otro ambiente si
el examen lo hicieran evaluadores externos, supongo, aunque eso traería
otro tipo de problemas. En cuanto al inglés, pues la verdad es que crea
una gran distancia en clase, y se presta muy fácilmente la cosa a que
sea utilizado como instrumento para crear distancia o para acogotar al
alumno, que en principio tiene menos dominio del inglés que el profesor
(aunque no siempre sea el caso, je). Las clases en español podían ser
mucho más cercanas y participativas. Pero bueno, tengo entendido que en
Hispánicas o en Derecho tampoco son una juerga... y realmente no tenemos
alternativa válida, si no damos la clase en inglés bajamos la utilidad
práctica de la carrera bastante bastante... mucha más práctica de inglés
haría falta, pero esa empieza por aprovechar lo que hay. Y leer más en
inglés, eso desde luego.
Rima -
Algunas propuestas: Fomentar un ambiente relajado y cercano en
clase. Eso incluye comenzar con preguntas sencillas y valorar de forma
muy positiva las opiniones por muy torpes que parezcan. Que la nota dependa exclusivamente de la participación. Existe
una gran inseguridad entre los estudiantes porque se nos pide un buen
nivel de inglés hablado y sin embargo sólo hay una asignatura
obligatoria que se centra en ese área. Si el error es bien recibido, los
estudiantes se relajarán y ganarán confianza....
Jose Ángel -
Pues claro que algo no funciona. Pero la verdad, es muy frustrante
tan poca participación de los alumnos. Jamás (exagero) una persona que
quiera decir algo por su cuenta del texto leído, aunque oportunidades no
le faltan, no tiene más que decirlo, o no quedarse callado/a cuando
pregunto, "bueno, ¿alguien nos quiere decir algo del texto, algo que os
haya parecido digno de comentario, o curioso, o dudas, preguntas,
sugerencias, etc.?" etc. Francamente, no sé qué es lo que le impide
hablar a quien tenga alguna idea. Bueno, creo que sí que lo sé, y es que
sencillamente no se han leído casi nunca y casi nadie el texto que
llevábamos programado para comentar. Y claro que la responsabilidad es
compartida, pero la responsabilidad del alumno empieza por leerse el
texto sobre el cual ha de opinar, a menos que claro, sólo le interese MI
opinión de él... Y si sólo "parece" que los alumnos no se han leído
los textos, ¿por qué ninguno dice "yo me lo he leído, y va de tal y cual
cosa, y me ha parecido bien esto o lo otro, y mal tal y cual," etc.
etc., un mínimo, vamos. Ya digo, la media, de cinco; y muchas veces los
de ocho se callan para que no parezca que "colaboran" demasiado en la
clase... menudo ambiente.
Rima -
Ay esas generalizaciones!!!! que pretenden unificar alumnos,
motivaciones y razones en el cesto número cinco. Algo no funciona cuando
sólo dos alumnos "parecen" haber leído los textos y nadie se atreve a
hablar.....aunque cabría preguntarse si la responsabilidad no es
compartida....
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