Lo que todos pensamos
Lo que todos pensamos no vale la pena decirlo, sería repetitivo.
Cuánto menos escribirlo. Lo dicho explícitamente debe ser una pequeña
punta de iceberg visible, lo que vale la pena mencionar o escribir,
asentada sobre una gran masa sumergida en el silencio, lo que no vale la
pena decir y no se dice pero que hace explicable lo que sí decimos (de
este iceberg han hablado Hemingway y Merleau-Ponty). Qué raro, o qué
tonto, el que se dedica a sacar a la luz parte de esa masa sumergida:
para empezar suponemos que si hace asomar ese fragmento flotante será
porque su masa sumergida tiene una estructura y volumen distinto al de
la nuestra.
Como lo que se dice o se escribe es lo que no todos
pensamos, eso crea dos efectos contrarios (turbulencias acuáticas
alrededor del iceberg). Una: que las presuposiciones que utilizamos
contribuyen a mantener en su sitio la masa de significado sumergido y
presupuesto. Dos: que al hacerse visible única y constantemente lo que
no todos pensamos, se erosiona lo que todos pensamos, de hecho parece
que no lo piense nadie, pues todo el mundo dice otra cosa. Si hay
observadores ajenos a la comunidad del común pensamiento, podrían
fácilmente creer que nadie piensa lo que todos pensamos.
Pero hay
más turbulencias. De hecho, sí que vale la pena decir lo que todos
pensamos; no para informar, claro, sino para crear comunidad y
solidaridad, o empatía. Esto es más relevante hacerlo en unas
situaciones que en otras; a veces no necesitamos empatía sino
información. (Que hay empatía también puede ser información relevante).
El caso es que con tantas causas parciales o posibles para lo que se
dice, no hay una manera simple de saber por qué decimos lo que decimos,
ni qué pensamos detrás de lo que decimos, y menos aún qué pensamos
detrás de lo que pensamos.
"However", dicen Sperber y Wilson, "we
much prefer a model that can be applied mechanically. Isn’t this what
taking cognitive science seriously is all about?" (Relevance 277).
Perhaps. Pero, ¿y si la relación entre el modelo y el objeto a modelar
no es mecánica, sino dialéctica? ¿Y si la ciencia, para hacer explícito
lo que subyace a lo que se dice, pretende sacar el iceberg del agua
levantándolo con un artilugio mecánico implantado en el propio iceberg?
En
todo caso, no existen tales modelos mecánicos de la interpretación
(menos mal). Y menos mal también que no todos pensamos lo mismo. Eso sí
que nos silenciaría pero a base de bien.
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