4 de febrero de 2005
- Capítulo 730 del culebrón. A dos años menos un día del infausto día de la oposición, recibo acuse de recibo del Defensor Universitario acerca de los papeles que le mandé relativos asunto cátedra (ver 31 de enero), tengo una entrevista con él, y se muestra conforme en apoyarme en su solicitud al Rectorado de una respuesta oficial a los escritos. Considera, en cambio, que no puede entrar en la otra cuestión, la de la justicia o no de mis alegaciones; pero convenimos (no es sino la ley) en que tengo derecho a una contestación, del signo que sea. Algo es algo. Así pues, quedamos en esperar unos días a ver si el Rectorado, "espontáneamente", me contesta. Si no, habrá una solicitud formal por parte del Defensor.
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