Escenas de hoy
A los críos les gusta estar en pijama los días de fiesta rondando
por toda la casa. Oscar dibuja personajes con linternas encerrados en
una habitación, intentando huir de un zombi. "Algunos están ya mueltos:
ves, aquí pone, LIP". No vamos a Logroño, como solíamos hacer todos
Todos los Santos. Pensamos sin decirlo en quién irá al cementerio a
visitar las tumbas. Los niños están más pendientes de Halloween que de
Todos los Santos; aún se acuerdan de la calabaza del año pasado. Me
replanteo mi política de mensajes (poca gente toma la iniciativa de
escribirme correos y esemeses. Eso si exceptúo a Sammy, Clavin Pasquino,
Dwain Skipper, Harold Maxi, Antoine Self y otros merchantes de Cialis y
Rolex, que seguro que no existen, o son unos alias o unos roles. Igual
debería retirarme de la correosfera). Leo blogs, por ejemplo en The Loom
sobre si el hombre de Flores era un cuadrúpedo (falsa alarma parece).
Mañana magnífica, paseamos hasta un restaurante chino. Hay bronca, los
chinos se pelean, los occidentales temen que no les vaya a llegar la
comida, aunque al final llega. Debatimos sobre a qué congresos ir en el
futuro próximo - quizá a ninguno, menos alguno que ya hay
comprometido... Por la noche los niños se quedan con Rosa, y nos vamos a
la gran estación-Templo Egipcio a comprar billetes para volver a traer
al abuelo de Madrid: luego al Centro Augusta (donde se esconde la
población que desapareció de las calles) a ver Serenity. Nuestra primera
elección era Flores Rotas, pero la cola estaba imposible. Luego la
reseño. Y así unas cosas nos llevan a otras.
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