Castellón>Sagunto>Zaragoza
Viernes 28 de octubre de 2005
Madrugando sin necesidad en
Castellón, oigo en la radio: "España ha cambiado mucho en un año. Ahora
en una boda se pueden casar dos hombres, pero en cambio no se puede uno
fumar un puro en el banquete". A más de uno le produce un sentimiento de
cierta irrealidad. Rajoy brinda con cava, por destensar el ambiente (me
acuerdo de Fraga en bañador). Bueno, también iba a darles la mano,
antes de que los expulsen, a los inmigrantes que saltaron la valla.
En
el desayuno, en el hotel, comento con uno de los organizadores del
congreso cómo en Zaragoza no hay profesores desplazados... como estamos
en medio del desierto, todo el profesorado es zaragozano, cosa que no
pasa en Castellón. Nos llevan a los invitados a cuerpo de rey, nos
transportan al congreso, y oímos distintas ponencias que ya han
aparecido en las actas prepublicadas: nadie, sin embargo, las recita a
la vez que el ponente.
Observaciones: hacemos un uso tacaño de
Internet; si todos esos libros de gramática, lingüística, etc. son tan
influyentes, ¿por qué no están en la red? ¿Por los cuatro duros del
autor? ¿O por el dinero que espera llevarse el editor? La Academia, de
espaldas a la red; ve sólo sus aspectos instrumentales, y algunos nada
más, encima. El profesor Scott, como también hice yo, presenta en su
ponencia un diagrama de Internet a modo de gran cerebro. Pero hay islas,
dice, secciones no conectadas o que no aparecen. Su padre tenía una
website-isla, dice. Debía ser un señor muy mayor cuando su cibernético
hijo le hizo una website, noto su necesidad de nombrarlo, y me viene a
la cabeza eso de que no man is an island.
Un hermano (el octavo
empezando por atrás, creo) ha leído en mi blog algo de "las dificultades
que han tenido muchos de nuestros conocidos para emparejarse, o
casarse, o formar una familia, o tener niños", y han debido tomárselo
como algo personal con su señora, porque me anuncia que hay un
sobrinete/a (o dos, o cinco) en camino. O igual ha sido que hasta que su
viejo amigo el Príncipe de Asturias no se ha animado, pues tampoco él.
Le aviso que se vaya despidiendo de su antigua vida y personalidad hasta
la fecha. Hale, que éramos pocos, sólo catorce primos de momento. Y
puede haber más remesas todavía, por qué no. Si no nacen a pares, digo.
No es bueno que el hombre esté solo, ni el hijo único.
Última
comida con los amables organizadores del congreso sobre Internet y
lenguaje, porque ya no iré a la cena por la noche después de las últimas
conferencias. Hablamos en la sobremesa, por ejemplo de la
macdonaldización de la Universidad, y de la vieja filología; de
Shakespeare, y de los sonetos que escribió, y de la traducción que
García Calvo hizo, tan superior a las otras; y de la profesora (a la que
conozco) que escribió una tesis sobre esa traducción y otras, y
hablamos del profesor que la invitó a dar un curso sobre ese tema,
profesor que murió súbitamente; y de la esposa de ese profesor, que
había sido compañera mía en la universidad, y de la que recibo un e-mail
esta tarde, y quedamos en un Macdonalds en Sagunto para hablar de los
veinte años que han pasado entre unas cosas y otras... Ha dejado de
fumar, en las bodas y fuera de ellas. Everything is deeply
intertwingled. Y luego, tras unas horas de conducir por la noche, le
contesto al e-mail: "Bueno, pues me costó mi buen rato pero llegué a
Zaragoza sin incidentes, aunque algún piñazo sí que ví por el camino...
me encantó verte; lástima que hayas caído hacia esa vertiente
mediterránea, pero vaya, poco bien que vives ahí, me parece que no te
disgusta precisamente el sitio..."
Y es cierto que está muy
bien; y que tendré que volver, porque Castellón y Sagunto no los he
visto, entre pitos y flautas, aunque he pasado por enmedio. Nos pasa con
tantas cosas.
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