Lujo zaragozano
Zaragoza tiene fama de ser uno de los peores sitios donde puedes
pasar el mes de agosto; de ahí que haya un auténtico éxodo a Salou, a
Biescas, a Jaca, o a las Seychelles. A mí me toca agosto zaragozano, y
casi los cojo con ganas. Sitio para aparcar delante de casa. No hay
fiestas ni verbenas megavatio. Te encuentras gente (poca) que no ves el
resto del año. Y esta tarde he estado nadando solo un buen rato en una
piscina de sesicientos metros cuadrados (sin medusas, ni algas ni
turistas). Seguro que hasta Bill Gates tiene invitados que aguantar en
la suya.
He estado moviendo muebles, como su nombre indica; me
he agenciado veinte metros de estanterías para ganar Lebensraum. A
medida, claro; siempre me ha chocado que siendo los vídeos, CDs y DVDs
medidas estándar (a diferencia de los libros) no se vean en ningún sitio
muebles de estanterías específicos para guardar estos objetos.
(Descuento esos horrendos soportes para poner hasta 20 o 50 CDs
encajados cada uno, no se sabe por qué, en unas guías, y cosas por el
estilo).Y en fin, removiendo objetos de aquí para allá, he ido al
habitáculo que llamamos Casa del Moro, por una cara de sarraceno que
adorna la entrada. No había nadie, cosa rara en un sitio con alta
circulación, pero claro, es agosto... y allí he redescubierto un dibujo
más para la colección, uno que hice hace veinticinco años... o sea,
nada, más cinco años. Aquí se puede ver:
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