Prestigio basura
Los últimos seis concursos para cubrir plazas de profesorado por
procedimiento de urgencia que ha habido en mi departamento han quedado
vacantes; de los anteriores, también varios. El nivel del empleo en la
enseñanza universitaria está bajo bajo, pero no tan bajo como quiere
ponerlo la Universidad, que apura subiendo el listón de los requisitos y
bajando el del dinero, pero no quiere sus contratos basura ni Rita. La
Universidad es el único empresario, creo, que no sólo te da empleo
basura sino que además te exige que ya estés trabajando para otro
patrono antes de contratarte (hay que ser lerdo para creer que esto
contribuye a la calidad, claro que no lo cree nadie). Es lo que se llama
"contratos de asociado", según los cuales, en teoría, la Universidad
contrata a profesionales de reconocido prestigio – condición que se
demuestra teniendo ya otro empleo o contrato a tiempo parcial.
Profesionales de reconocido prestigio que buscan pluriempleo. Ya. Menudo
listillo el que ha diseñado esta ley, y el que saca invariablemente
esta modalidad de contrato – tres trocitos de plaza, en lugar de una
plaza en condiciones decentes – y mientras deja a doctores y licenciados
desempleados en el paro y sin opción a presentarse siquiera a las
plazas. Claro que la universidad se está empezando a pillar los dedos,
parece, porque si quieren que alguien dé las clases van a tener que ir
cambiando de estrategia. Aunque quizá eso no sea una prioridad absoluta.
Porque
no digo nada del supuesto "procedimiento de urgencia" para cubrir
plazas, que esa es otra. El alumno puede esperar, normalmente. También
ellos agradecen no tener clases una temporadilla, que luego vienen las
rebajas. Y al final, comisiones reunidas, impresos normalizados,
protocolos optimizados, proceso repetido unas cuantas veces, profesional
de prestigio contratado tarde y mal, y hale, aprobado general, que han
pasado tres profesores por la asignatura este curso, y es un lío, y se
hace tarde y no hay que hacer esperar al cliente.
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