Tom y la navidad
(Este es el cuento de navidad escrito hoy por Álvaro para los
deberes del cole. Hm. Reconozco elementos de los Simpson, de Polar
Express... aunque esa no la ha visto).
Hace algún tiempo,
cerca de Huesca, vivía un niño llamado Tomás pero le gustaba que le
llamasen Tom. Vivía en una pequeña casa de campo con su familia, su
madre Juana, su padre Antonio, sus abuelos José y María y sus mascotas,
Miau, el gato y Toby, el perro. Esta aventura ocurrió un día cerca de
navidad y a Tom se le había ocurrido una cosa que no se le quitaba de la
cabeza, ¿Existiría Papá Noël? ¿Si existía, cómo sería? ¿tendría barba?
¿sería viejo? ¿o joven? ¿Y si no existía? ¿Quién traía los regalos? Esto
y mucho más se le ocurrió a Tom aquella noche, así que decidió sacarle
una foto a quien trajese sus regalos, al día siguiente sería Navidad,
así que tuvo que prepararlo todo aquel día, puso su papá Noël que
bailaba y se activaba con el movimiento para que asustase a quien traía
los regalos, tropezaría con una cuerda y caería encima de una tabla que
lanzaría unas piedras que tirarían la estrella de encima del árbol de
Navidad que caería y apretaría el botón de una máquina de fotos
escondida en el árbol. Aquella noche se fue a dormir pensando en si
montaría bien la trampa. Por la mañana se levantó y empezó a montar la
trampa, la dejó lista para aquella noche, se fue a dormir. Aquella
noche, por la ventana entró una figura con un saco, bajó las escaleras y
fue junto al árbol, activó el Papá Noël, cayó hacia atrás tropezando
con la cuerda, cayó encima de la tabla, que lanzó las piedras, que
tiraron la estrella, que apretó el botón de la cámara, la figura se
asustó y se escondió en alguna parte de la casa. Por la mañana, Tom fue a
coger la foto, la cámara era de esas que revelan la foto, pero allí no
había ningún Papá Noël, no, había un ser pequeño y arrugado, con una
larga barba, pero no era Papá Noël, era demasiado pequeño. Se fue otra
vez a la cama, pues aún era muy temprano, le despertaron unos ruidos al
lado de su cama, había un ser bajito y con larga barba, sin ir más
lejos, el personaje de la foto que, al verle, echó a correr por la
habitación., Tom calculó que debía correr a unos veinte km. por hora, lo
cual era demasiado para algo tan pequeño, pues no era más alto que la
pata de una silla, Tom le persiguió hasta que por fin le acorraló contra
la pared, el enano ese le dijo -- atrás gigantón, no te acerques a mí o
te convierto en una rana --- Tom retrocedió porque tenía pinta de no
estar mintiendo, el enano intentó salir por la ventana con la foto, pero
Tom le agarró, el enano le chilló -- ¡Suéltame, esta foto no tiene que
verla nadie!-- Tom le dejó en el suelo mientras decía -- tranquilo, no
voy a hacerte nada, pero dime quién eres y qué haces aquí -- el enano le
contestó -- soy Thor, el más anciano de los enanos del Gran Padre, y
estoy aquí para entregarte los regalos en su lugar, pues lo han raptado
los horribles trasgos del Polo -- Tom preguntó -- ¿Quién es el gran
Padre? -- el enano contestó -- vosotros le llamáis papá Noël -- Tom le
preguntó -- ¿existen los trasgos? -- el enano dijo -- sí, y son
horribles, por cierto, y ahora, ya que estoy aquí voy a preguntarte
algo, ¿eres listo? -- Tom dijo -- pues claro, soy el primero de la clase
-- el enano dijo -- vale, ¿quieres venir conmigo al polo norte? -- Tom
lo pensó, y luego dijo -- por mí, vale, pero y mi familia, ¿qué
pensarán?-- el enano dijo -- tu familia no recordará que no has estado
aquí durante algún tiempo, y ahora, dime, ¿quieres llevar equipaje? --
Tom asintió y trajo a Toby y a Miau, después dijo -- Pero ¿cómo vamos a
llegar hasta ahí? -- el enano, por toda respuesta dió un fuerte silbido y
al poco tiempo apareció enfrente de la ventana de su habitación un
trineo grande y rojo, tirado por renos y conducido por dos enanos, uno
encima de los hombros del otro, Thor subió y le dijo -- ahora tú Tomás, y
después tus mascotas, -- Tom le preguntó -- ¿cómo sabes mi nombre si no
te lo he dicho? -- Thor le contestó -- los enanos podemos adivinar
cosas con la mente -- dicho esto les pasó a todos unos abrigos y Tom se
dio cuenta de que habían llegado al polo norte.
Los renos
descendieron hasta meterse en una cueva muy grande iluminada con grandes
lámparas, había filas interminables de enanos con lanzas y espadas.
Thor le dijo que estaban preparados para la lucha contra los trasgos.
Tom le preguntó, ¿los trasgos son inteligentes? -- Thor contestó -- no
precisamente, suelen ser bastante tontos -- tom pensó durante un rato y
después dijo -- vale, he pensado un plan aprovechando estos planos de la
ciudad de los trasgos que hay aquí -- Tom les estuvo explicando su plan
y después, Thor dijo -- de acuerdo, haremos como tú dices -- Thor salió
fuera con quinientos enanos mientras el resto se quedaban con tom.
Los que estaban con Tom notaron que había un ruido fuera, como de
gritos y golpes, salieron y vieron a los enanos luchando contra unos
seres de piel negra, altos, de brazos largos y musculosos y piernas
cortas dientes grandes y nariz larga -- los trasgos -- pensó Tom, y no
se equivocaba, pronto, los enanos, que tenían una gran superioridad
numérica, redujeron a los trasgos, pues según se enteró Tom, esos eran
todos los guerreros trasgos que había en la ciudad. Os preguntaréis cómo
les habían vencido tan rápido, pues bien, Tom había pensado que si eran
lo suficientemente tontos, nada más ver acercarse a los enanos,
atacarían todos juntos sin pensar ningún plan, y eso es lo que pasó.
Tom se fijó en que había pocos enanos, la respuesta a esto llegó
pronto, de la ciudad llegaron el resto de los enanos y entre ellos había
un hombre alto y grueso, con gafas y barba larga, uno de los enanos se
le acercó y dijo -- Oh, Gran Padre, éste es el niño que nos ayudó a
derrotar a los malvados trasgos. -- Papá Noël se acercó a Tom y dijo --
gracias Tomás, los enanos me han explicado lo que has hecho para
salvarme y te estoy muy agradecido, como recompensa obtendrás el doble
de regalos que otros años -- Tom dijo -- gracias, pero, tengo que volver
a mi casa, mis padres no recordarán nada, pero quiero estar en mi casa.
-- Papá Noël dijo -- Así sea -- y Tom, Toby y Miau aparecieron de
repente en su casa entre regalos y cartas de Thor, cada navidad llegaba
por la noche el trineo con cartas de Thor y espacio para que Tom dejase
sus cartas, y aún guarda la foto de Thor para recordar el día en que
ayudó a salvar la Navidad.
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