martes, 17 de junio de 2025

Topsight de la inocencia maquiavélica

 Del diario de Stendhal, 17 de julio de 1801:

"Es preciso ser muy desconfiado; la generalidad de los hombres lo merece; pero es preciso tener cuidado de no dejar traslucir esta desconfianza."

Me gusta el toque de perfidia inocente y de problemática ironía sobre sí mismo que trasluce aquí—aunque quizá Stendhal no pretendía un efecto de humor al sumarse de esta manera a "la generalidad de los hombres" que merecen nuestra suspicacia por ocultar sus verdaderas entendederas e intenciones.

Por otra parte es un sentimiento, si bien maquiavélico, también algo cristiano, por el parentesco que tiene con ese dicho evangélico en el que Jesús enseña a sus discípulos a que sean prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas (Mt 10,16):

"Jesús dijo a sus apóstoles: “Yo os envío como a ovejas en medio de lobos: sed, pues, astutos como serpientes y mansos como palomas. Cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en las sinagogas..."."

Nos recuerda también esta figura al eiron de la comedia clásica (Tractatus coislinianus) tal como lo comentaba Northrop Frye: el hombre irónico es el que se presenta como menos de lo que es, el que oculta su punto de vista dominante y se hace pasar por simple. En fin, todo una lección sobre el uso y el no abuso del topsight en sociedad. Es conveniente disponer de la perspectiva dominante, pero no conviene el exhibirla porque quizá en ese momento deja de serlo. 

No sé qué hago explicando estas cosas en vez de apuntarlas en mi diario secreto.

 

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