Se escandaliza Begoña Gerpe de que la tenga bloqueada, sin haber tenido una conversación previa con ella siquiera, el director de Televisión Española. Bueno, parece que son prácticas habituales o aceptables en la etiqueta (netiqueta se decía antes) de las redes sociales. Al menos aceptables entre compadrones del mismo bando.
Lo que le choca, supongo, es (aparte del sectarismo de oficio) que sea una especie de funcionario público de la comunicación quien la bloquee, alguien que debería permitir el libre intercambio de ideas, etc.
Qué tendría que decir yo cuando me bloqueó, caso insólito hasta ahora para mí, el rectorado de mi Universidad, cerrándome el acceso a su Twitter oficial (que es un medio público, no me refiero al Twitter personal del Rector o del administrador de redes).
Máxime siendo yo por entonces Profesor Titular, funcionario y doctor desde los años 80, de esa Universidad. (La de Zaragoza). Pero, como digo, es lo que se viene entendiendo por comportamientos aceptables. En medios de la Internés. Y en medios sanchistas y sociatas ni les digo.
Claro que la maniobra gloriosa de bloqueo vino a continuación, cuando toda la Universidad de Zaragoza se bloqueó a sí misma en X, antes Twitter, cerrando su cuenta en esta plataforma, junto con las demás universidades públicas españolas, por entender que este medio no promovía los valores democráticos.
—(¡¡!!)
—No, ni la tinta tampoco los promueve.
Y en ello siguen, nuestros rectores y nuestras universidades. Chúpate esa mandarina, que decía mi suegro.
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